10 de septiembre de 2011

Sara Stepinsky – JUCUM Capital, Buenos Aires


Sara es una amiga a quien he visto perseverar en lo que Dios le habla y busca disfrutar lo de Dios y Su corazón misericordioso. Con su español medio trabado, comparte, ama y anima a otros a conocer a Dios, no tan solo con palabras, sino con acciones. Me encanta pasar tiempo con ella porque de una forma u otra siempre te lleva a Dios. Con ustedes, un poco de lo mucho que tiene para compartir esta mujer de Dios.

¿Cuándo hiciste tu EDE? ¿Por qué Argentina?
Hice mi EDE en enero de 2006. Hacía mucho tiempo que tenía algo en mi corazón por América Latina y al descubrir a JUCUM por medio de unos amigos, escribí a varias bases en Sudamérica para venir. La verdad es que no calló un rayo que me dirigiera hacia Argentina, sino que me sentí cómoda con la comunicación que tuve con la base de Ituzaingó y fue así que me decidí y me lancé.

¿Qué cosas recuerdas de tu EDE? 
Una de las clases que recuerdo fue el poder del dinero y la generosidad. Nos pidieron que oráramos durante el día para dar algo que tuviera valor para nosotros y en la tarde, darlo a otros como un acto de generosidad. Mientras, ensayamos por primera vez la obra de “La Cruz” en preparación para la cruzada y yo me ofrecí a tomar el personaje de la chica víctima, pero en la parte de la lucha con los demonios, uno de mis compañeros me golpeó de verdad y el ojo me quedó todo negro y azul. En medio de todo esto ofrendé mi cámara digital a mi compañera. Fue un día traumático, pero sentí que Dios liberó algo en mí.  
Cuando estaba finalizando mi cruzada yo me sentía muy confundida, no sabía lo que Dios quería para mí hasta que una de mis líderes me re confrontó y me dijo con una mirada firme: “vos ya sabes lo que Dios te pide”. ¡Me mató! Pero era la verdad, Dios me invitó a seguir como obrera en la Misión. Fue difícil con mi familia, no entendían nada, pensaban que estaba más loca que antes, estaban preocupados porque no sabían en lo que me estaba metiendo y me daban todos sus argumentos. Empecé como obrera con mis propios miedos y dudas sobre cómo iba a vivir por fe y más aún, cómo sería estar en otra cultura. Ahí entré en este proceso de renuncia. Con el tiempo Dios me dijo muy claro que Él no me traía a Argentina para sufrir sino para disfrutar y conocerle más a Él.

¿En qué ministerios o áreas serviste cuando comenzaste como obrera?
Trabajé en varias EDE's y en hospitalidad.

Te ha tocado ser obrera de una base con ministerios ya establecidos y también con una base pionera. ¿Qué tal este desafío hacia lo pionero?
Creo que es bueno pionerar, pero hay que reconocer los tiempos. Servir como  pionero  es un tiempo de  dar y de invertir de una forma mayor, de muchos desafíos y esfuerzo. Me gusta porque es emocionante  crear cosas  nuevas con Dios  y también trabajar en equipo y descubrir hacia dónde Dios nos quiere llevar.

Actualmente estás en la base de Capital sirviendo en el Ministerio de Evangelismo. ¿Qué lugares frecuentan? ¿Cómo los recibe la gente? 
Hacemos evangelismo en el barrio, en las plazas, con los cartoneros en la zona de Caballito a quienes servimos un rico guiso cada miércoles en la noche. También estamos con un proyecto fijo de evangelismo y misericordia en el Asentamiento de Paternal "La Carbonilla" donde discipulamos a las familias, llevamos la Palabra, acompañamos a las personas a hacerse sus documentos, a entrar en centros de rehabilitación de drogas, arreglamos sus casas, etc. Ahí en el medio de la mugre, adicciones, desesperanza y conflictos, estamos desafiados como equipo, pero animados a declarar la verdad y soltar la Palabra de Dios para ver la transformación que solo el amor de Jesús puede generar.
En general las personas nos reciben bien; ya nos conocen porque hace 2 años que estamos invirtiendo en este lugar, aunque algunos solo quieren lo que traemos en forma material. Apuntamos a llevar mucho más de parte de Dios.
También estamos por arrancar con un grupo de "clowns" (payasos) para visitar los hospitales ya que somos varias con este llamado y talento.

¿Qué tal San Clemente? (EDE, iglesias, gente, base)
San Clemente es aire fresco y siempre me renueva para ir y servir allá. Todo se mueve a otro ritmo, muy distinto al de la ciudad. Es un lugar excelente para la EDE. Me encanta como han preparado las casas y el ambiente ahí es justo para buscar a Dios (la playa). La gente es linda, pero con mucha necesidad de Dios. Hay algo muy fuerte de rechazo y abandono, especialmente en el invierno cuando no se encuentra nadie en las calles, excepto por las chicas “supertodopoderosas” del equipo de JUCUM. Las iglesias quieren más de Dios y están buscando ayuda. Me parece que Dios tiene algo especial para toda la costa.

¿Qué es lo próximo?
¿Lo próximo? Ummm…quiero ir a África en el 2012. Estoy orando para sumarme a un equipo que va para Zambia, pero también tengo a Uganda en el corazón. Por otro lado, estoy orando para que Dios me lleve a involucrarme con personas con capacidades diferentes. Ya me siento con muchas ganas de meterme a full con este llamado y tengo expectativas de cómo Dios lo va hacer. Quiero ver el potencial que Dios puso en cada vida especial, sobre todo cuando el amor y la verdad de Dios van por encima del rechazo y el abandono.

Si tuvieras que dejar un “legado” en este momento de tu vida, ¿cuál sería?
Si tuviera que dejar un legado en este momento sería la misericordia de Dios para las personas pobres en espíritu, que podamos tener un interés genuino en sus vidas, más allá de cumplir con la tarea de evangelizar para que repitan una oración. Se trata de un amor que no condiciona, sino que transforma.
Al hacer esta entrevista se me vinieron muchos recuerdos de la EDE y otros tiempos. Dios ha sido tan bueno conmigo en Argentina. En lo bueno, en lo malo, en lo lindo y en lo feo, me ha mostrado quién es Él en mi vida, se ha glorificado y por eso estoy agradecida.

Gracias Sara

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