23 de noviembre de 2011

Julio Cesar Aguilera - JUCUM Ituzaingo


Después de la reunión de viernes, tipo 22:30 hs, llegué a su casa y en medio de gente que le pedía cosas, le preguntaba. Mientras Sheila (su esposa) hacía la leche para las nenas, pues ya era la hora de dormir, logramos sentarnos en la mesa y empecé a conocerlo más. Julio Aguilera, ¡hombre PRÁCTICO si lo hay!

¿Cómo fue que conociste JUCUM?
En mi iglesia trabajé 9 años en un ministerio red de JUCUM llamado "Luz a las Naciones". Allí conocí a Rodolfo Diomede y Walter Luna, que todo el tiempo me hablaba de la Escuela de Discipulado. Mi iglesia vivía los valores de JUCUM. Yo pensé que iba a nacer, crecer, casarme y morir ahí; tenía la cabeza muy para adentro.

¿En qué año hiciste tu Escuela de Discipulado y Entrenamiento (EDE)?
En el año 2001, abril no sé si dos, bueno la EDE de abril. En verdad era la EDEM, que se enfocaba los primeros meses en el discipulado y los otros meses en misiones. Creo que es lo mejor para un obrero, porque llegas a entender el corazón de la Misión y el llamado. Muchos de los obreros que hoy están en JUCUM y permanecieron, hicieron esta escuela. Mis líderes eran José y Marcela Rolón.

¿Cuánto tiempo hace que estás en la Misión?
Siempre digo que estamos hace 10 años, porque aunque salimos de la Misión un tiempo, no dejamos de vivir los principios y valores, sino que nos fuimos 3 años a la iglesia de Sheila a multiplicarnos. Dentro de esos 3 años hicimos la PMNA.

¿Cuál crees que es tu rol como familia dentro de la Misión?
Nosotros entendemos la visión apostólica, influenciar donde estemos desde varios ministerios, no sé si podría decir uno solo. Dios nos habló de la EDE, de invertir, de poder transmitir el corazón de la Misión. Pero también tenemos un corazón pastoral por las diferentes áreas, me gusta ser parte de todo, me siento parte de todo. Fuimos llamados a servir.

¿Cómo es el día a día con la familia, las nenas dentro de la Misión? ¿Cómo se manejan con Sheila?
Servimos como familia, si bien tenemos horarios estructurados dentro de la comunidad, nosotros seguimos marchando todo el día. Nos comunicamos las actividades que tenemos cada uno y ordenamos las cosas con las nenas. Nuestra casa es un lugar de influencia, un lugar de bendición para la Misión. Cuando conocí a Sheila Dios nos traía por caminos separados y luego nos habló de empezar a trabajar juntos, así que cada día vamos descubriendo cómo hacerlo.

De acá a 5 años, ¿cómo te ves?
Supliendo necesidades de las familias, no solo hablar de algo que llegue al corazón, sino de hacer algo que llegue al corazón, algo visible, práctico, que toque a lo profundo. Me gustaría tener una empresa que pueda sostener personas, por eso me gusta servir en trabajo práctico, porque siento que les estoy dando herramientas. Y como familia, completar y descubrir las palabras que Dios nos dio. No me veo con Sheila los dos sentados en una silla hamacándonos, sino rodeados de gente, mucha gente, ¡me gusta!

¡Gracias Julio!
Por: Sol Romero

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